lunes, 9 de enero de 2017

Libro "MENESTER"

Angela Neira, desde el título de su libro “Menester” nos habla  de una necesidad, y si existe una necesidad es porque hay una carencia de algo que se requiere satisfacer.  Precisa cubrir ese vacío con búsquedas y reconstrucciones simbólicas que sostengan su ideología de ser y de vida.  Nos habla de un estar y de un vivir alejado de los códigos establecidos e impuestos por la sociedad.  Para ello busca otra forma de nombrar y reconocerse en el silencio ancestral inherente a su esencia de mujer.

Ante el reconocimiento que las mujeres tenemos un estrecho campo donde nombrar y definir nuestra propia simbología, Angela nos entrega su voz para construir universos donde proyectar y continuar construyendo su (nuestra) realidad.  En este abanico de poemas la poeta yergue una hoguera mística para iluminar los silencios ocultos, dirigir el caudal interno y luego emerger hacia la realidad con un lenguaje y espacio propio.

“Menester” es el nombre del libro como también el nombre del primer poema donde nombra y reconoce la necesidad que la embarga. 

Me necesito imaginar en los días finales
borrando los puntos de partida
borrando la unión convergente de las líneas del destino.

Me necesito en ti hasta el cansancio.
Me necesito amando desde ti.

No escribo poesía para las despedidas.
No poseo una estructura mental
en donde parafrasear unos cuantos sentimientos.

Me necesito en ti. Poesía.
y la conciencia me susurra
susuuuuuuuuuuuuuuuuurra algunas palabras ...

A partir del orden que Angela ha establecido en su universo, el poema “Suave Demencia” lo ha colmado de respiración y atmosfera propia, la poeta ha leído la historia, visibiliza a mujeres que por su vida y/o su obra la han inspirado.  Es así como vuelca la mirada hacia la escultora francesa Camille Claudel, quien gracias a su elevado talento, logró traspasar las barreras impuestas, aunque la genialidad junto a otros avatares de su vida, la llevaron a la locura.  Angela simboliza en la escultora francesa, a todas aquellas otras, que alzaron y destrozaron dichas barreras.


SUAVE DEMENCIA

Sí.
Es una enfermedad.
Esa es la excusa para amar tan maléficamente
El amor es la causa de los ataques de nerviosos
Y de las sanguinolentas cartas enviadas al limbo.

Camino.
Intento encontrar luz.
Tu sombra me niega la paz que busco cada noche de invierno.

Sí.
Estoy enferma.
Estoy enferma y agredes en sueños y en estados de lucidez
Ahí estás como premio a mi búsqueda inconsciente
inconsistente.

Es difícil precisar tu figura dentro del paisaje,
Sin embargo, sé que me miras y te diviertes
con mis alucinaciones,
Mientras cae la noche sobre el abrigo negro.

Estoy enferma.
No logro juntar imágenes de humedad en el sol.
Padezco de un mal conmovedor.
En mí, el amor se consumió
Y adoptó el nombre de “locura breve”.

De los diversos procesos que tiene el cuerpo de toda mujer, la poeta ha tomado el ciclo menstrual para manifestar su dolencia y situaciones límites que ocurren en este ciclo.  Uno de los términos usados para referirse a la llegada y estadía del ciclo menstrual es “Visita” (“voy a tener visita” o “ando con la visita”).  Emplear el término “visita” para referirse a nuestra menstruación, es ocultar, disfrazar nuestro proceso interno, pero también, es una clave usada, exclusivamente, por quienes viven en carne propia dicho proceso.  La primera parte del siguiente poema nos habla en forma directa de los síntomas y sensaciones que produce la venida del ciclo menstrual.

I VISITA

Dolores infernales
Dolor es placer.
Un jugo caliente baja por la entrepierna.

Son cuatro noches de gula en las sábanas rojas.
Cuatro noches en que los machos seguirán mi rastro por calles atestadas de fertilidad.

Un jugo caliente baja por la entrepierna de un organismo
contaminado con sustancias sedientas de éxtasis.
Es tan extraña que parece soñada.

El líquido tibio resbala hasta empapar el pantalón.
Nunca preguntó por mi malestar
Aunque demostró preocupación al visitarme cada 28 días.

La poesía de Angela Neira es brisa refrescante palpada de verso en verso, donde cada poema está lleno de sentido y señales que siempre invitan a otra lectura.  La completa entrega al oficio dador de vida, el continuo trabajar en pos de la palabra, la construcción de una nueva visión de mundo y de un nuevo habitar el mundo, son las herramientas que Angela entrega y usa en su proceso creativo.

AMARILLO

He cerrado el libro
Y la corteza del árbol se ha quemado
Y escucho el grito de las letras
Y las ramas estallan en pedazos de palabras.

Son unas cuantas palabras que enrojecen los ojos del impaciente.
Yo cierro el libro y las raíces vuelven a enredarme.

He cerrado el libro y las raíces del árbol vuelven a enredarme.
He cerrado el libro
y las amarillas hojas
son juncos que se besan bajo la luz de la luna agarrotada.


Angela Neira Muñoz, nació en Tomé el año 1980..  Es profesora de Español de la Universidad de Concepción y Magíster en Literaturas Hispánicas.

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