jueves, 17 de marzo de 2016

Un Exilio de Adriana Borquez A.




Adriana Borquez Adriazola, después del golpe militar ocurrido en nuestro país el año 1973, fue una de las personas que se entregó por entera a: socorrer a los perseguidos y víctimas de la dictadura, dando refugio a los prófugos y entregando vías de escape a quienes estaban en peligro.  Estas acciones tuvieron un devastador resultado, es exonerada de su cargo de profesora y en 1975: es detenida y llevada a Colonia Dignidad y posteriormente al otro centro de detención y tortura llamado La Venda Sexy.

A diferencia de muchos otros testimonios que pertenecen a la literatura testimonial de nuestro país, Adriana en su libro “Un Exilio” narra a través de un yo testigo la experiencia del desarraigo.  Comienza describiendo la habitación que le fue designada en el hotel de refugiados ubicado en Londres.  El cúmulo de emociones de estar viva ¿a salvo? en un no-lugar:  Sentada  en la orilla de aquella cama, mantenía la vista fija más allá de la amplia ventana, abstraída, sumida en mi dolor desconcertado y en recuerdos difusos …”.

Con la sensación de pertenecer a ningún lugar, Adriana trata de incorporarse a la comunidad chilena que sin acogerla, la recibe indiferente.  Comienzan de esta forma una sucesión de hechos que no están de acuerdo con su pensamiento y forma de cuidar y proteger a su propia familia.  Por lo que, ahora se ve enfrentada a: exigir sus derechos de sobrevivencia, mantener unidas a sus hijas, sanarse y sobrevivir en un país extraño.  Sobrevivir, a pesar del cúmulo de emociones que corren vertiginosas por su memoria: Traté de rearmar el mundo dentro de mi mente, para poder romper desde allí el marasmo que me dominaba.  A pesar del esfuerzo denodado, no lograba encajar las piezas de mi universo roto; era como si me faltaran pedazos de mi propia existencia, otros sobraban; me perdía en el laberinto de mi amnesia selectiva, de mis pesadillas recurrentes”.

¿De qué forma se enfrenta el destierro? ¿Qué hacer con el silencio traumático de quien ha sido torturado? ¿Cómo se unifica el espíritu destrozado a un cuerpo herido? “Había sido privada de todo -¡de todo!-, hasta del control de mis funciones fisiológicas”.

Adriana con gran fluidez narrativa va develando estas interrogantes, mientras trata de rearmar su vida.  En este camino protagoniza otras luchas, evidencia otras injusticias, denuncia el abandono del partido en que militaba y observa la buena vida de algunos chilenos que olvidaron la razón por las que se encontraban en Europa.  Con la ayuda de británicos y otras personas ligadas a los Derechos Humanos, se mantuvo fiel a su lucha y a sus principios humanitarios.  Fue así como creó el Centro de Documentación e Investigación “Búsqueda”, que fue un organismo de consulta de las Naciones Unidas.  Hoy, parte de sus archivos se encuentran en el Museo de la Memoria en Chile.

Con voz reflexiva, Adriana va entregando los diversos escenarios que tuvo que enfrentar.  Uno de ellos fue cuando se operó de las caderas y al despertar de la anestesia, el miedo volvió para hacer estragos en su mente:  Los dolores de la intervención quirúrgica pasaron a ser los padecimientos de la tortura:  las enfermeras y los médicos que me rodeaban se convirtieron en sombras amenazantes que en cualquier momento me volverían a conducir a la parrilla; las voces en inglés se transformaron en el alemán de mis torturadores del pasado”.

Sin embargo sus torturadores no la habían vencido, ya que no entregó la información que le exigían, con esa misma fortaleza férrea de su carácter, ahora ya libre, rompe los obstáculos que quisieron acallar su voz de denuncia ante los crímenes de la junta militar.  Es así como, a pesar de que debía rendir exámenes para lograr el grado de Magister en la Universidad de Oxford, se une a la huelga de hambre para impedir la tramitación de una ley de amnistía en Chile,  cruzó junto a los ayunantes permanentes, el barrio universitario y las calles centrales del comercio, hasta llegar al atrio de la iglesia St. Mary, en High Street.

Cuesta imaginar a una mujer con tantas limitaciones físicas a raíz de enfermedad y tortura, con la mente llena de fantasmas, con ataques de pánico, con tres hijas que la acompañan en el exilio y con dos hijos que la esperan en Chile, tenga la fortaleza y la convicción de permanecer, honestamente fiel a una causa.  Adriana es una de las personas que vivió con sentimiento de culpa si disfrutaba o se sentía viva en el país que la acogió, ya que el duelo por la derrota de un sueño de cambio social y la pérdida de amigos y compañeros no la abandonaban.  Regresó, como otros, a Chile con la intención de seguir luchando, pero ¿Qué fue del retorno?  Con profunda nostalgia dice que volver fue:  Lejanía, nuevamente, de lo que aprendí a amar, otras ausencias, otra rutina perdida, ajenidad, estupor de no reencontrar lo que tanto se añoró”.

Adriana Borquez, nos hereda en “Un exilio”, la capacidad de ordenar las experiencias de la vida, nos conecta desde su “yo singular” con la historia de una nación.  Logra tocar al lector con su experiencia y lo traslada a los confines del destierro, sin saber que, cuando llegue a su patria, sentirá otro exilio.


2 comentarios:

  1. Estoy haciendo un proyecto escolar sobre " La muerte y la doncella" de Ariel Dorfman y quería pedir la Adriana Bórquez algunas preguntas acerca de cómo se adaptaban a lo que le pasó después , porque eso es lo que el juego se trata. Me encantaría skype ella y preguntarle algunas dudas en frente de mi clase para que puedan saber lo que ocurrió mejor ya que el Internet sólo dice gracias y un testigo vivo es mucho más fácil de recordar . Mi correo electrónico es elliot.skier@gmail.com favor ponerse en contacto conmigo si usted sabe cómo puedo hablar con ella o conoce a alguien que se vio afectada y le gustaría compartir su historia . Gracias

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    1. Elliot.skier@gmail: He aprendido a vivir más allá de ese evento, a costa de enfrentarlo dolorosa e interiormente con discernimiento político. Por ello no me había preocupado - o, más bien, no había tenido curiosidad - de revisar lo que pudiera haber acerca de él en las redes. Esta es la razón por la que noi lo/la contacté cuando puso su nota. Si aún le sirve,búsqueme en facebook y me envía una nota. Pienso que Ud. es muy jóven y me place construir la Memoria con personas de nuevas generaciones. Ojalá vea mi respuesta.

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